Ileana: la
Galaxia de Andrómeda...
Ileana: la
Galaxia de Andrómeda,
a 700.000
años luz,
que se puede
mirar a simple vista en una noche clara,
está más
cerca que tú.
Otros ojos
solitarios estarán mirándome desde Andrómeda
en la noche
de ellos. Yo a ti no te veo.
Ileana: la
distancia es tiempo, y el tiempo vuela.
A 200
millones de millas por hora el universo
se está
expandiendo hacia la Nada.
Y tú estás
lejos de mí como a millones de años.
Escucha mis
palabras oh Señor (Salmo 5)
Escucha mis
palabras oh Señor
Oye mis gemidos
Escucha mi
protesta
Porque no
eres tú un Dios amigo de los dictadores
ni
partidario de su política
ni te
influencia la propaganda
ni estás en
sociedad con el gángster.
No existe
sinceridad en sus discursos
ni en sus
declaraciones de prensa
Hablan de
paz en sus discursos
mientras
aumentan su producción de guerra
Hablan de paz
en las Conferencias de Paz
y en secreto
se preparan para la guerra
Sus radios
mentirosos rugen toda la noche
Sus
escritorios están llenos de planes criminales
y expedientes siniestros
Pero tú me
salvarás de sus planes
Hablan con
la boca de las ametralladoras
sus lenguas
relucientes
son
las bayonetas...
Castígalos
oh Dios
malogra su
política
confunde sus
memorándums
impide sus programas
A la hora de
la Sirena de Alarma
tú estarás
conmigo
tú serás mi
refugio el día de la Bomba
Al que no
cree en la mentira de sus anuncios comerciales
ni en sus
campañas publicitarias, ni en sus campañas políticas
tú lo bendices
lo rodeas
con tu amor
como con tanques blindados.
Ernesto
Cardenal
De estos
cines, Claudia...
De estos
cines, Claudia, de estas fiestas,
de estas
carreras de caballos,
no quedará
nada para la posteridad
sino los
versos de Ernesto Cardenal para Claudia
(si acaso)
y el nombre
de Claudia que yo puse en esos versos
y los de mis
rivales, si es que yo decido rescatarlos
del olvido,
y los incluyo también en mis
versos
para
ridiculizarlos.
Desdoblamiento
Vamos a
dividirnos
nos
repartiremos como hojas de cuadernos
y nos
reproduciremos como vegetales.
Nos
miraremos desde afuera
desprendiendo
un fuerte olor
a nosotros
mismos.
Y hasta que
cumplamos nuestro tiempo
estaremos
merodeando frente a frente
si dirección
ni protocolo.
Y finalmente
Vamos a
darnos vuelta
el pellejo y
las ideas
e incluso
transmitiremos
desde lejos
nuestras
expertas y duplicadas referencias.
El que tenga
oídos que entienda.
Detrás del
monasterio
Detrás del
monasterio, junto al camino,
existe un
cementerio de cosas gastadas,
en donde
yacen el hierro sarroso, pedazos
de loza,
tubos quebrados, alambres retorcidos,
cajetillas
de cigarrillos vacías, aserrín
y cinc,
plástico envejecido, llantas rotas,
esperando
como nosotros la resurrección.